Hoy es:

La esposa de mi tío: La piscina

A veces los sueños se cumplen no porque busquemos aquello, sino porque la protagonista de ellos, también deseaba volverlos realidad, yendo siempre más allá de lo que en mis más locas alucinaciones pude haber hilvanado.

I

Mi mamá tuvo dos hermanos… La mayor que vive desde hace siempre en Europa y el menor que por decirlo de algún modo, es la oveja negra. Después de ser un soltero empedernido por casi 30 años contrajo matrimonio en la primera fiesta inolvidable a la que asistí. Tenía 13 años y me enamoré perdidamente de mi tía política 10 años menor que su marido.

 Como tradición familiar existía la casi obligación de reunirnos en casa de los abuelos para cada navidad y año nuevo. Durante los siguientes 5 años desde el matrimonio de mi tío Renato,  en dichas celebraciones solo tenía ojos para la tía Cony.

Para hacerla corta les diré que se parece mucho en todo, es decir, rostro, cuerpo, cabello a Jennifer López, pero en 1.55 mts., sin la voz, pero con muchísimo más ricas tetas… Sin embargo, al igual que a la famosa, la tía Cony gustaba vestir ropa ajustada, pronunciados escotes, petos y cortos vestidos. Rara vez usaba sostén y con frecuencia, después de un par de tragos, se constituía en el alma de la fiesta.

Ese verano, como todos los años, llegamos a la casa de los abuelos, mis papás y hermano menor (2 años), días antes del 24 de diciembre. A diferencia de años anteriores, el tío Renato y su señora ya estaban ahí.

Tía Cony: Hola cuñados… hola pequeño… wow… y este atractivo hombre que viene con ustedes quien es… alguien me lo puede presentar…
Yo: tía… no me avergüence.
Tía Cony: es que mírate. Cuánto mides… 1.80 mts???
Yo: 1.78 tía.
Tía: y supongo que te creció todo, cierto?
Tío Renato: eso espero… por su bien.
Todos: jajaja ajajaja ajajaja.
Mamá: si, Cony… este muñeco en un año creció casi 20 centímetros y donde se puso a realizar deportes y pesas, lo vieras… es pura fibra y músculo.
Yo: mamá… a la tía no le interesa.
Tía: quien dijo que no me interesa el crecimiento de mis sobrinos… especialmente si son guapos como tú.
Tío Renato: es de familia… por mi lado, por supuesto.
Tía: -realizando un gesto para señalar lo pequeño de su miembro- espero que no.
Mamá: jejeje… seguro que sí… -dijo mirando a papá y luego a mí, pícaramente-.

II

Los días se sucedieron sin que nada extraordinario pasara hasta el 25 a medio día. Mientras el tío dormitaba, con una monumental resaca, en una silla plegable a la sombra de un olmo cerca de la piscina, mi tía, a 20 metros, tomaba sol estirada de vientre solo con la parte de debajo de su diminuto bikini.

Observaba todo desde la ventana de mi pieza y al mismo tiempo jalaba de mi verga con decisión, mirando el increíble culo de mi tía Cony cuando de pronto, sin ponerse la parte de arriba, dio la vuelta con el fin de seguir disfrutando de su baño de sol, permitiéndome tener una vista maravillosa de sus grandes y perfectas tetas. Fue demasiado, pues sin poder contenerme eyaculé, manchando la cortina, alfombra y cubrecamas. Después de limpiar, bajé para ver si podía estar más cerca.

Para no ser tan evidente, me acerqué al tío con el pretexto de ofrecerle algo para la sed… me contestó medio dormido que no, pero que le preguntara a la Cony… Entonces, lentamente y carraspeando desde lejos me acerqué a mi tía, la que ni se inmutó, pues no cambió de posición ni trató de cubrir sus pechos. Al llegar a su lado, mi verga reaccionó de inmediato, abultándome el traje de baño.

Tía: -con lentes oscuros puestos que impedían ver sus ojos- hola guapo…
Yo: hola tía… venía a preguntarle si necesita algo?
Tía: tienes novia, Dani?
Yo: no tía... demandan mucho tiempo…
Tía: entiendo… me preguntaste si necesito algo, cierto?
Yo: si, tía…
Tía: pues necesito dos cosas… te gusta lo que ves, Dani?
Yo: Mucho, tía… es usted una mujer muy linda y sus tetas son… perfectas…
Tía: tu tío ya no cree eso…
Yo: a lo mejor necesita ir al oculista…
Tía: jajajaja jajjajaja… probablemente…
Yo: aún no me dice qué necesita, tía…
Tía ya me cumpliste la primera… me acompañarías a la piscina a nadar… es que me dio calor…
Yo: vamos… pero tía… no se va a poner la parte de arriba de su bikini?
Tía: estamos en familia o no? Además, nadie me verá, pues el Rena está, para variar, borracho, tus papás y abuelos en la playa… así que tranquilo… vamos…

Caminamos hacia la piscina que se encontraba detrás de unos setos que la ocultaban. En cuanto llegamos se desprendió del resto del bikini para luego tirarse parada de modo de caer al medio, sumergiéndose por completo. Al salir a la superficie nadó hasta la orilla donde me encontraba.

Tía: no te vas a meter? Pero si te gusta ese traje de baño, yo que tú me tiro sin él, pues para mantener la piscina, mi suegrito le echa a mi parecer mucho cloro…
Yo: -mi erección era evidente, mal cubierta por mi polera-. No se preocupe, tía… estoy bien acá…

Nadó de espalda y pecho durante unos minutos, deleitando mis ojos en su voluptuoso cuerpo. En un momento, se acercó  la orilla con el fin de lanzarme agua para mojarme. Al ver que no estuvo ni cerca de cumplir su objetivo se alejó  riendo y chapoteando alegremente. De pronto, nadó nuevamente hacia la orilla y al tiempo que estiraba su mano, dijo, -me ayudas-. Entonces, una vez hube asido su mano, jaló de mí, provocando que mi humanidad terminara dentro de la piscina, con ropa y todo.

III

En cuanto salí a la superficie, la tía se abalanzó sobre mí, abrazándome con piernas y brazos. Una vez inmovilizado, acercó su boca a mi oído y luego de pasarme la lengua por todos sus rincones, susurró, -vaya aparato que tienes ahí…tu tío no se va a enojar si nos divertimos un rato los dos-, agregando mientras se sentaba al borde de la piscina de un ágil salto. –ven, Dani… quítate todo para que estemos iguales.-

Mecánicamente mi cuerpo reaccionó, porque me recuerdo en un momento con ropa casi en el medio de la piscina y al otro, estaba desnudo con mi cara entre las piernas de la tía, lamiéndole y chupando su coño, ano y clítoris con esmero y contenida pasión.

Los gemidos y jadeos que emitía, me envalentonaron lo suficiente como para meterle el dedo corazón con el que inicié, inmediatamente, un suave y lento mete y saca. El sabor de sus líquidos vaginales era embriagador y su progresivo aumento sumados a la involuntaria contracción de sus músculos vaginales y arqueo de la espalda fueron síntomas claramente producidos por la primera corrida, de la cual mi lengua y manos eran las responsables.

Tía: -sentada, apoyada en sus brazos estirados con las piernas aún abiertas y todavía jadeando, al tiempo que yo salía de la piscina con la verga como roca- te las traes chiquillo…
Yo: tía… esteeee…
Tía: cuando estemos solos dime Cony.
Yo: Cony, no quiero que suene cursi o meloso, pero necesito sepas que esto es un sueño para mí… te pido me permitas hacerte gozar… para cumplir este sueño como millones de veces lo imaginé.
Cony: -miró su reloj de pulsera para luego acostarse, dejando sus rodillas separadas y su delicioso coño expuesto-. Ganaste, Dani… Tienes tres horas antes de que lleguen todos.
Yo: y el tío…
Cony: olvídate de él… olvídate de todo… menos de lo que tengo acá, entre mis piernas… haz lo que quieras conmigo… -tras casi medio minuto mirándola en silencio, agregó,- en qué estás pensando, mono?
Yo: en varias cosas a la vez… pensaba en lo maravillosamente exquisita que eres y en el primo Boris… y en que si llegara a saberlo, me mataría a golpes… y ambos pensamientos me hacen sentir algo que no había experimentado y que me gustó muchísimo…
Cony: el tiempo pasa, querido…

Estirada sobre una toalla, al borde de la piscina, separadas las piernas, con una de sus manos, me llamó. En rápidos y ágiles ademanes quedé encima de ella, mirándola a los ojos, respirando su aliento para instantes después mi verga lentamente se abrió camino hasta lo más recóndito de su coño solo para extraerlo casi por completo, repitiendo la operación por 5 veces.

Nuevamente los gemidos comenzaban a brotar desde sus entre abiertos labios cuando  las consideradas penetradas fueron acompañadas por húmedos y apasionados besos que repartí generosa y abundantemente por su boca, cuello, orejas y erectos pezones.

Un tierno clímax envolvía a Cony cuando comencé, en forma paulatina, a aumentar la velocidad del mete y saca. Llevábamos un buen rato follando. Cony, en cuatro patas, aullaba al recibir sendas embestidas en el coño cuando el esposo, mi tío, atravesó a paso lento, desde su posición, todo el patio hasta entrar en la casa sin siquiera percatarse de nuestra presencia. Entonces, tras soltar ambos el aliento contenido, reiniciamos la follada con renovada intensidad.

Cony: -La cabeza le colgaba tras casi media hora follando cuando de pronto exclamó- ya po cabro chico acaba de una vez…
Yo: lo hago si me dejas follarte por el culo…
Cony: estás loco…
Yo: te va a gustar, Cony… créeme…
Cony: es que duele…
Yo: no mucho si se sabe hacer y solo al principio… relájate y tú misma tócate el clítoris y el coño…
Cony: ay!
Yo: mentirosa… ni siquiera te he tocado…
Cony: despacito por favor… ay!!! Ay!!! Ahhhh… déjalo quieto… ahhh… despacito… ay! Ahhhh…

IV

Con sus mismos fluidos que emanaban aún desde el coño, fui lubricando su ano a la vez que presionaba, gentil y uniformemente en cada suave estocada. Al cuarto intento el culo de Cony tenía dentro toda la cabeza de mi verga. Dolor y placer se hermanaban, fundiéndose en una sola sensación orgásmica que inundaba todos sus sentidos.

Con cada embestida mi verga llegaba un poco más adentro. Al cabo de unas cuantas más y luego de lograr tenerla toda dentro, le propiné una cariñosa nalgada como prólogo de un mete y saca que si bien tuvo un pausado génesis, rápidamente se transformó en una follada bestial.

Menos de 5 minutos después eyaculaba con tremenda satisfacción grandes cantidades de semen que abotagaron sus entrañas. Me tiré hacia el lado al tiempo que Cony se desplomaba sobre la toalla, aún jadeando, mechones de pelo pegados a la cara bañada en sudor.   

Cony: -dándose vuelta de manera de vernos a la cara, sonriendo- Escúchame bien cabro chico… nadie, absolutamente nadie, ni siquiera tu tío que es quien más cerca había estado, había logrado satisfacerme hasta el punto de no poder seguir comiendo verga… si hasta hiciste que me orinara… Suspiró…
Yo: que rico que te gustó… podemos repetirlo?
Cony: al tiro?
Yo: al tiro, más rato, en la noche, mañana…
Cony: jajajajaja jajajaja… deja ver la hora… mmmm… si prometes no demorarte mucho, te la chupo hasta acabar, porque me arden mis dos hoyitos de allá abajo
Los dos: jajja jajaja jajaj…
Cony: y respecto a volver a hacerlo más rato o en la noche o mañana… solo te diré que el verano recién está comenzando, cabro chico con verga grande… ahora ven… acaba luego que no falta mucho para que lleguen todos…

Resultó que Cony era una profesional del sexo oral, mamándome la verga como si de un delicioso dulce se tratara por casi 10 minutos. En el momento de acabar, hice el amago de sacar la verga de su boca. Vano intento fue, pues con ambas manos en mis glúteos no dejó que saliera hasta que hubo derramado hasta la última gota de semen.

Cony: que rico eres, Dani… hasta el gusto de tu lechita es dulce.
Yo: mejor te callas, Cony o te seguiré follando acá mismo hasta mañana… porque eres… exquisita.
Cony: -levantándose y tomando mi mano.- vamos a bañarnos, Dani… si llegan los escucharemos…

Caminamos desnudos y tomados de la mano hasta el baño. El tío Renato roncaba audiblemente desde el berger del abuelo, frente a la TV, en el living. Cony contestó una llamada de mi mamá preguntando si había que llevar pan a lo que mi tía le contestó afirmativamente a pesar de estar viendo casi un kilo sobre el mesón de la cocina.

Cony: no habrá moros en la costa por las siguientes dos horas porque a tu abuelo le gusta el pan del pueblo siguiente y es un viaje de una cuarenta y cinco minutos de ida y otros para la vuelta, amén de la espera allá… vamos a follar a la ducha… chupártela me calentó…

Mis padres y abuelos llegaron mucho rato después del ocaso, encontrándonos a Cony, el tío Rena y a mí, viendo la televisión en el living. Ninguno supo que justo hasta el momento en el que llegaron, con el tío dormitando en el berger, vestidos aún con trajes de baño a pesar de estar duchados, sentados en el sillón junto a él, estuvimos dándonos placer, descaradamente.

Follamos aquella noche y todos los días y noches restantes del verano cada vez que tuvimos la oportunidad. Algunas de esas veces fueron como ésta, la primera, notables!!!