Hoy es:

Un singular aniversario de bodas PARTE II

 Fue tan épica la follada que vivimos con Sandra aquella tarde de invierno que cuando Eduardo llegó, tuvo que llevar a los niños a otra habitación para pernoctar, pues seguimos toda esa noche, siendo su esposo, uno más de los comensales que se sirvió a su deliciosa esposa como platillo principal.

I

Ignacio recién le había colgado al esposo. Nos pagaría mucho dinero si la hacíamos feliz. De inmediato hablamos con nuestro supervisor, solicitándole permiso por el resto de la tarde, el cual accedió solo porque nosotros mismos ya habíamos hablado con nuestros reemplazos. Nos dijo al momento de firmar la autorización que no nos pagaría el día a lo que ambos nos miramos y sonriendo nos encogimos de hombros y firmamos.

Mientras nos cambiábamos de ropa, el masajista que me cedió su lugar y el barman del contra turno de Ignacio (Camilo y Agustín, respectivamente) alcanzaron a escuchar lo de follarse a una señora caliente y arremetieron en cuanto nos vieron.

Camilo: iré directo al grano… se puede o no se puede???
Nacho: si, pero no depende de nosotros… o no, Joaco?
Agustín: vamos, no sean malos… si es la del piso 10 entonces, déjennos participar… ustedes no la vieron anoche en la discoteca...
Yo: creo que podría resultar y ser ella misma la que los invite… pero deben atenerse al plan…
Agustín: cuál plan, compa…
Yo: mira… lo haremos de la siguiente manera… con Nacho iremos ahora a verla con algo para comer y beber y luego… recuerden que la señal será una llamada de ella para pedir servicio a lo que ustedes le contestarán…

Diez minutos más tarde, estábamos Nacho y yo, entrando ruidosamente con una bandeja cada uno con comida y bebida en la habitación de Sandra. Desde el baño, preguntó si éramos nosotros y tras nuestra respuesta, dijo, -salgo al tiro-.

Yo: te trajimos comida y bebida, Sandra… de seguro tienes hambre…
Sandra: -abriendo la puerta del baño. Estaba vestida solo con una cortísima bata de seda totalmente abierta en medio, el cabello mojado, descalza.- estoy hambrienta…  y por lo que noto en sus ojos, ustedes dos también…
Todos: jajajaj jajaja 
Nacho: es culpa tuya… nada más mírate…
Sandra: gracias… hacen que me sonroje… dónde está la comida…

Se servía el segundo vaso con borbón como bajativo en completo silencio. Nosotros a petición suya nos encontrábamos sentados con ella a la mesa, desnudos los tres, de súbito y a propósito de nada nos pusimos a conversar animadamente.

Sandra: oye Joaquín… qué sorpresa me tienes para el resto de la tarde??? Porque en algo pensaste, cierto???
Yo: quieres que te lo cuente o prefieres disfrutarlo,,,
Sandra: jejeje… opto por la segunda opción...
Yo: entonces señora mía, póngase esto en los ojos… y siéntese sobre la mesa… eso… así mismo… En estos momentos, Sandra querida, 4 par de ojos no te quitan mirada de encima…
Sandra: -en cuanto cubrió sus ojos de las sombras aparecieron los dos invitados, mirándola con deseo. Ella, sentada en su silla, los brazos a los costados.-  supongo que quisiste decir 4 ojos o dos pares,,,
Yo: Sandrita... Sandrita... te cuento además que tengo las manos de esos ojos extras pidiéndome, rogándome que les permitas acariciarte… las dejas???
Sandra: -sin tocarlos, los pezones solos estaban erectos.- si… mmmmmm… ahhhhh…
Nacho: Sandrita bella... qué hermosa eres... queremos seas nuestra putita, pero tú ya sabes qué debes hacer para ello…
Sandra: siiii… quiero ser su putita… la putita de los cuatro… pero ahora quiero verlos…
Camilo: no es necesario que te la saques... soy Camilo. Le hice masajes ayer a usted y su esposo...
Sandra: te recuerdo... eres el moreno de las manos grandes y frías...
Camilo: así es señora...
Sandra: dime Sandra...
Agustín: hola Sandra... yo soy...
Sandra: reconozco esa voz... soy mala para los nombres, pero eres quien me preparó los tragos en la discoteca...
Agustín: mi nombre es Agustín, pero todos me dicen Agu...
Yo: entonces... ¿en qué habíamos quedado?
Sandra: en que sería su putita... ahhhh... qué rico... ahhhh... soy suya... hagan lo que quieran conmigo... ahhhh... qué rico...

La acariciamos, lamimos, masturbamos, chupamos, apretamos y besamos por todo su cuerpo, recibiendo de parte del cuerpo de la señora, varios orgasmos que la paralizaban por algunos segundos de placer.

Eyaculaba por enésima vez cuando, poniéndola de pie para acostarla de vientre sobre la mesa, Camilo y Agustín, al mismo tiempo, la penetraban con sus vergas hasta tocar fondo de una sola profunda y brusca embestida. El primero por su coño y el segundo por la boca, la follaron salvajemente desde el comienzo y en varias posiciones por casi media hora, tiempo durante el cual, Sandra no paró nunca de gozar.

Estaba en el suelo, en cuatro patas cuando, Camilo en el coño y Agustín en la boca, acabaron casi al mismo tiempo a grandes chorros y en medio de una zalagarda de gritos, gruñidos, gemidos y sensuales quejidos.

En cuanto los chicos se retiraron, Nacho tomó el lugar de Agustín y yo el de Camilo. Empero, no la penetré por el coño, sino lo hice, a petición suya, por su rosado culo. En cuanto estuvo con las dos vergas dentro, comenzamos de inmediato con un ritmo frenético a follarla a dos bandas. Estuvimos así casi 5 minutos hasta que Sandra nos pidió cambiar de posición.

II

Sandra: quiero me hagan lo mismo que en la mañana… Nacho, acuéstate por favor… te voy a montar… que rico… Joaquín, por favor… ya sabes… ay!!! Dale… así… ahhh que rico… ahora por favor denme duro… ahhhhh… Nacho chúpame los senos… asíiiiii… que rico… me voyyyyy…

Follamos en esa posición hasta acabar los tres juntos poco más de 20 minutos después. Tiempo durante el cual, alternadamente, Camilo y Agustín, le metían su polla en la boca por lo que casi todo el rato tuvo tapados sus tres agujeros. En una mañana, Sandra pasó de ser una señora promedio a una absolutamente profesional actriz porno.  

En cuanto salimos con Nacho, Camilo se acostó a su lado y la guió para que se sentara en su verga y se la comiera entera por el coño. La tomó por los hombros, bajándola hasta quedar con sus senos a la altura precisa para devorárselos. Comenzó de inmediato, mas no movía su verga.

Agustín al notar lo que su amigo estaba haciendo no perdió más tiempo. Ubicándose detrás, le penetró el dilatado culo lenta y consideradamente hasta llegar al tope. Luego de un par de segundos inmóviles, Sandra comenzó a mover lentamente sus caderas. Tras unas cuantas auto infligidas embestidas, de pronto abrió la boca en una mueca de quejido mudo.

Camilo: le gusta como la estamos tratando, Sandra???
Sandra: siiiii,,, mucho… y quiero más… siiii… más duro cabros… ay!!! Siiiii… más…
Agustín: le vamos a dar toda la verga que pueda digerir…
Yo: voy por agua…

Desde el hall de la habitación, podìa escuchar los destemplados aullidos y gritos de Sandra. Entre ellos, de tanto en tanto exclamaba a voz en cuello que más fuerte, más duro. Entonces, tomé una decisión. Tomé el teléfono y llamé a Gerardo y Matías, los guardias de la discoteca del hotel que la noche de ayer quedaron vueltos locos con la performance de Sandra. Con esto estarían endeudados conmigo por el resto de sus vidas. No tardaron ni 10 minutos en llegar.

Sentados en el hall con los sensuales quejidos de Sandra como música de fondo, se sirvieron un trago que se tomaron al coleto. Les di algunos detalles de lo que estaba pasando, pues por teléfono solo les dije que si no venían se arrepentirían el resto de sus miserables vidas. Sus caras de asombro e incredulidad eran evidentes a pesar de escuchar claramente la ronca y femenina voz de Sandra provenientes de la otra habitación.

Gerardo: -asomándose para ver lo que sus oídos ya le habían anunciado estaba pasando- Viejo es una diosa entre diosas… no te creo que el esposo…
Yo: shuuuu… no seas tarro con piedras… ahora acércate por su espalda y ofrécele la verga para que la chupe…
Gerardo: en serio???
Yo: parte hombre... -le dije al tiempo que con la mano abierta golpeaba suavemente en su nuca. Luego a Matías- ven… haz lo mismo… para que se las chupe a los dos… anda…
Matías: y me la puedo follar…
Yo: cuando sea tu turno… ahora párate al otro lado de Gerardo… espera... mira cómo la recibe... mira con las ganas que se la chupa… anda hombre…

Nunca alcancé a ver el momento en el que entre los 4 se pusieron de acuerdo. Solo sé que de pronto me di cuenta que empezaron a rotar, de modo que en un momento dado, Gerardo se sentó en el borde de la cama para luego mirándole la espalda ensartar a Sandra en su verga por el ya dilatado culo.

Sandra se recostó en el torso de Gerardo en cuanto tuvo todo su miembro dentro de sí. De inmediato y con algo de brusquedad, Matías le penetró el coño hasta el fondo de una sola estocada, extrayendo de lo profundo de su garganta un sentido gemido.

Segundos después Sandra era follada ya no con tierna rudeza, sino con contenida brutalidad. El cambio, sin embargo, le gustó y mucho… A gritos pedía que le dieran más duro y repetía fóllenme y soy su puta… Si bien, no alcanzaron a follar por 20 minutos, la señora, en los minutos finales entró en una serie de orgasmos concatenados que la mantuvieron casi en un estado de shock por exceso de placer hasta el fin de la follada.

El intenso polvo acabó entre gritos y exclamaciones soeces dirigidas a Sandra que solo lograron mantener su ya descontrolado lívido en permanente ebullición. No me agradaron las coprolalias expresadas por Gerardo y Matías, por lo que hice el amago de intervenir, pero no fue necesario.

Matías: que puta más rica que eres, Sandra…
Gerardo: una verdadera puta… te gustó, zorrita…
Sandra: -el cuerpo abrigado en sudor, los ojos empañados aún, sus pezones apuntaban enhiestos hacia el horizonte, la respiración cada vez menos agitada.- estuvo como casi todo lo bueno en la vida… demasiado corto…
Todos: jajajaja jajajaja…
Sandra: quiero ducharme, Joaquín… -todos comenzaron a buscar su ropa- y ustedes para dónde creen que van… queda algo de tiempo antes que el sueño se acabe y despierte… no quiero que se vayan... a no ser que tengan algo mejor que hacer... voy y vuelvo…

III

El descanso duró un poco más de media hora. En él, bebimos mucha agua y algo de alcohol mientras conversábamos de lo que estábamos viviendo. Sandra tomó una corta ducha y mojada y desnuda apareció en el hall, integrándose de forma natural a la charla. Se veía hermosa. De pronto, luego de una larga charla, un profundo silencio nos envolvió. Los 6 la mirábamos con deseo.

Sandra: -sentada sobre la mesa desde hacía un par de minutos.- me encanta como me ven, cabros… me gusta ver el deseo en sus ojos… me parece increíble que unos adonis como ustedes encuentren a esta vieja aún deseable…
Yo: no hable tonteras o le comenzaremos a decir señora… Usted es una hembra exquisita y todos acá concordamos en lo afortunado que es su esposo…
Camilo: menos bla, bla… el tiempo pasa… opino que pongamos manos a la obra…

No se dijo más. Los 6 pares de manos tocaron al mismo tiempo el excitado cuerpo de Sandra. Los gemidos y quejidos no tardaron en aparecer. La mujer de Eduardo se encontraba acostada sobre la mesa de centro, mirando al cielo, rodillas flexionadas y completamente separadas, siendo acariciada por 12 ansiosas manos.

Luego del segundo orgasmo de la señora, Camilo, tomándola del codo, la ayudó a darse la vuelta para quedar a cuatro patas con el culo respingado, las rodillas separadas, la cabeza sobresaliendo en el otro extremo; su peso contenido en sus cuatro extremidades.

Camilo: -mirándome a mí.- ¿puedo empezar?
Yo: no me preguntes a mí, sino a ella…
Camilo: perdón, no sabía que…
Sandra: olvídalo, Camilo… gracias Joaquín… quiero más, pero de a uno… sean gentiles y suaves, por favor...
Yo: ya oyeron los monos…

Miré la hora justo en el momento en el que Camilo era el primero en follar con Sandra. El reloj marcaba las 7 con 8 minutos… En cuanto salió Camilo, ocupé su lugar, pues ya tenía un plan en mi cabeza para recibir a la familia de Sandra y seguir con la fiesta.

Antes de penetrarla por el coño estaba decido a hacerla lo más corta posible, pero en cuanto vi su rostro a centímetros del mío, contraído por el placer, cambié de opinión. Hicimos el amor por casi 30 minutos en todas las poses y tapando sus tres agujeros. En un momento estuvimos mirándonos a los ojos.

Yo: tienes tanto garbo, tanto glamour... eres maravillosa, Sandra... una mujer maravillosa y una sexy, lujuriosa y deseable hembra... a todos los que ves aquí, jalándose sus vergas, creen lo mismo que yo... al Cami y al Agu los dejaste locos la noche de ayer...
Sandra: -el rostro mudado por la lascivia.- Lalo me dice lo mismo y ahora le creo... me gusta que me miren... ahhhh... ahí... toca ahí... ahhhhh... qué rico... me corrooooo...
Yo: que exquisita te ves poseído por el placer... voy a apurar la cosa para ir a recibir a tu familia... tú solo dedícate a gozar, no más... yo me encargaré de todo...
Sandra: gracias...
Yo: nada de gracias... date la vuelta que te voy a follar tu hermoso culito...

Poco más de 15 minutos después, mientras Matías le daba duro al culo de Sandra, su servidor recibía a la familia de la señora en el hall del hotel. Tras obsequiarle a cada chico un vale para cobrar un helado, tomé del brazo a Eduardo y alejándonos unos metros, lo puse al tanto de lo que estaba pasando y cómo pensaba darle solución. De inmediato aceptó.

Nacho fue quien recibió las instrucciones del cambio de habitación, las que fueron ejecutas de inmediato. En tanto hablábamos en el hall, por Sandra ya habían pasado después de Camilo, Matías, Gerardo y yo. Nacho como última información nos dijo, justo antes de colgar, que iba a reemplazar al Agu. Durante su turno dejamos instalados a los niños en un lujoso cuarto con todo incluido. Al cerrar la puerta lo último que vi fue a los dos frente al televisor con una soda cada uno y en medio un tremendo paquete de papas fritas. Una vez en el ascensor, comenzamos a conversar.

Eduardo: No tienes nada que contarme… no te lo había dicho, pero grabé todo… y vi parte en mi celular… toma Joaquín… de verdad se lo merecen tú e Ignacio… gracias…
Yo: no tienes nada que agradecer, Eduardo… al contrario, somos nosotros los que estamos profundamente agradecidos… pero como te lo adelanté queremos saber si podemos seguir hasta que tu esposa nos pida lo contrario???
Eduardo: por supuesto que sí, pero quiero participar también… pero no quiero que me vea…
Yo: no creo que tengamos problemas con eso… ahora… puedes mostrarme en qué están en la habitación??? Mira no más… ya se los comió a todos…
Eduardo: y cómo lo sabes???
Yo: porque Nacho iba a ser el ultimo y aún está con él… vamos… entremos en silencio.

Un par de minutos más tarde, Nacho acababa. Sandra desparramada sobre la cama mirando al suelo, jadeaba audiblemente. El sudor corría en brillantes gotas por su curvilíneo cuerpo. El espectáculo de ver el culo parado y sus dos orificios totalmente dilatados y exudando aún fluidos seminales era eróticamente bizarro. Dejando en las penumbras al esposo con la cara desencajada de la impresión y lujuria y con la misión de pasar un mensaje de boca en boca, me acerqué a su mujer.

Yo: -en susurros al oído- te tengo otra sorpresa, preciosa…
Sandra: pero ya es de noche… Lalo debe estar por llegar…
Yo: tranquila… ta me encargué de eso... quieres recibir tu sorpresa???
Sandra: bueno… pero necesito descansar un rato… y tengo hambre…
Yo: -tomándola de la mano para ponerla de pie- ven… sígueme…
Sandra: -en cuanto notó que iba a salir del cuarto desnuda- para dónde me llevas… y los demás???
Yo: confías en mí???
Sandra: sabes que sí…
Yo: entonces ven… nadie nos verá, pues no hay casi nadie en el hotel… te llevaré al mismo lugar donde fueron los demás… pero hay un problema…
Sandra: cuál?
Yo: que debes llegar al lugar a ciegas… guiada por mí…
Sandra: solo eso??? eso no es un problema…

IV

Sabía que las cámaras del hotel la grabarían por lo que Gerardo se encargaría de ello. Como sabía que el esposo se nos uniría y para mantener en par el número de comensales, invité a uno de los recepcionistas de turno a cambio de las llaves del Sauna. Todos le decíamos Pancho y su misión fue tenernos el sauna familiar (para 15 personas cómodamente sentadas) ubicado en la terraza o piso 26. Me puse a pensar… ya éramos 8 los comensales.

A las 9:16 PM Sandra, a ciegas y tomada de mi mano, salía de la habitacón, dejándose guiar por el largo pasillo hasta el ascensor. Esperando a que llegara, noté erectos sus pezones y duros como piedras al tacto. Negó sentir frío. Al entrar, presioné todos los pisos del 20 al 26 y en cuanto las puertas se cerraron, me lancé a manosear, lamer, morder y chupar todo su cuerpo, ávido de él.

 La primera apertura de puertas la sorprendió en medio de un intenso clímax. Aún así, a pesar de jadear audiblemente, intentó reaccionar, tapándose con ambos brazos senos y coño. Así fue el resto del viaje, por lo que al llegar al piso 26, Sandra estaba en un estado de incipiente lujuria que la hacía receptiva a cualquiera que se le acercara. En esas condiciones, y con los turnos civilizadamente asignados ya, entró al Sauna.

Tras cruzar el umbral, Camilo y Agustín, la recibieron. Cada uno tomó una de sus manos con el fin de conducirla hacia las temperadas, aromáticas y burbujeantes aguas del sauna familiar. Antes que partieran, en voz muy baja, a Camilo le dije al oído, -está lista, hermano.- recibiendo como respuesta un guiño de su part.

Tenía con Nacho el 3 turno. De ese modo, las parejas y sus turnos quedaron de la siguiente manera: 1.- Camilo y Agustín; 2.- Eduardo (esposo) y Pancho; 3.- Ignacio y yo y 4.- Gerardo y Matías.

Para tan magno evento, en la sala de máquinas, al lado del Sauna, se corrió hacia las paredes todo el mobiliario, ubicando en el espacio resultante varias colchonetas que juntas ocupaban una superficie de 3 metros cuadrados. La banda sonora del evento estuvo a cargo de rock de los 80 y 90 en español e inglés a un moderado volumen. 

La televisión de la esquina que normalmente pasaba videos de personas enseñando técnicas de cómo hacer los ejercicios, mostraba una película donde la protagonista era follada salvaje y brutalmente por varios tipos desconocidos.

El ambiente estaba caliente y adecuado a la ocasión. En el sauna se ubicaron, quedando Camilo apoyado en la pared del sauna, Sandra en medio de sus piernas, de espaldas a él con Agustín arrodillado frente a ella entre sus separadas rodillas, a centímetros de tocarse.

Por unos cuantos segundos que parecieron eternos el único contacto entre ellos fue el hecho de estar apoyando su peso en el torso desnudo de Camilo. De pronto, al unísono ambos comenzaron a besar el cuerpo de Sandra. Camilo se afanaba en la nuca, cuello, hombros y parte alta de la espalda y brazos. En tanto, Agustín, ni corto ni perezoso, le dedicaba toda su atención a los ya excitados senos de la caliente señora que apenas sobresalían sobre el nivel del agua.

Desvié mi atención del show de Sandra con el fin de servirme un trago y buscar un cómodo lugar para mirar y esperar. Encontré un buen sitio a unos 3 metros de la escena. Miraba extasiado cuando de pronto fui interrumpido por Eduardo quien llegó con su silla para sentarse a mi lado.

Eduardo: perdona que te moleste, Joaquín…
Yo: los amigos y socios de negocios no molestan, Eduardo… dime…
Eduardo: ya te transferí a las cuentas que me diste… quiero darte las gracias por todo, sobre todo por cuidar de mi esposa en la realización de su fantasía… la amo y quiero que sea feliz y si esto es lo que lo logra… pues mejor todavía… estoy sorprendido y perdidamente feliz, porque a mí nunca me dejó hacerle nada de lo que ustedes le han hecho… y ahora estoy seguro me lo permitirá…
Yo: sin duda, viejito… pero para asegurarte, cuando le tengas la verga en la boca, le quitas la venda de los ojos… Así te aseguras que no podrá negártelo nunca más…
Eduardo: pero a ella no le gusta...
Yo: no le gustaba, querrás decir... ahora lo difruta de verdad...
Eduardo: y si, por ser yo, no continua…
Yo: tranquilo viejito… lo hará… le gusta demasiado… mírala… Camilo la tenía por el culo y Agustín por el coño y aún así pidió más verga… Desde hace unos minutos ya son tres las vergas que se está comiendo como quien se abrocha los cordones de los zapatos…
Eduardo: nunca imaginé verla así…
Yo: yo tampoco… pero no puedes negar lo maravillosa que se ve… Descubrió lo mucho que le gusta la verga y las muchas formas en las cuales puede sentir placer… esto que voy a decir no es ni peyorativo ni ofensivo,, sino un real halago… Su mujer, compadre tiene vocación y coño de puta… es una hembra multiorgásmica por lo que si la excitas lo suficiente, follará por todo el tiempo que mantengas la verga dura.
Eduardo: que me estás queriendo decir…
Yo: que tu mujer después de hoy nunca más será la misma… si tú quieres y pones atención a mi turno de estar con Sandra, te enseñaré cómo transformarla de una clásica señora acomodada ABC1,a una puta traga sables de categoría mundial… y todo por el mismo precio…
Eduardo: jajajaja… es cierto, pero sabes… en el fondo eso era lo que ambos siempre  quisimos… me alucinó verla en mi celular en vivo, pero ahora… siempre he sabido que Sandra es una diosa, pero ahora estoy convencido de ello… la amo más que antes… mírala…
Yo: me puedes compartir el video que tienes… al fin y al cabo, salgo yo también…
Eduardo: solo si tú me compartes el video del trayecto entre la habitación y el sauna…
Yo: me parece justo… voy por la cinta… espero al volver encontrarme con la tuya.

Fue innecesario ir por la cinta, pues Gerardo, que había llegado hacía un rato ya, traía dos copias. Le pasé una de inmediato a Eduardo quien tras besarla, la guardó en el interior de un pequeño bolso. Al extraer la mano, ésta venía con otra cinta que me entregó con una enigmática sonrisa.

V

Lo mejor de la noche hasta el momento o más bien, el momento más freak se dio cuando luego de chuparle la verga a su esposo con sentida devoción por largo rato, en el instante en el que acababa en la garganta de su esposa, Eduardo le quitó la venda de los ojos. La cara de asombro de Sandra no alcanzó a durar mucho, pues Pancho siguió follándole el coño a todo vapor, llevándola al olvido del placer.

Me servía el cuarto Borbón cuando casi 10 minutos después, Nacho me grita que nos tocaba. En el momento en el que el sauna quedó visible, quedé impresionado de la frescura en la mirada de Sandra después de mantener sexo duro con dos parejas de amantes seguidos por poco más de una hora. Sonreía con inocente ternura mientras flotaba estirada de espalda en medio del sauna, rodeada de hombres sentados en el borde, observándolo todo, mojándose los pies .

Sandra: -segundos después de quedar sentado con el agua hasta el pecho. Casi en un susurro- les puedo pedir un favor???
Yo: lo que quieras…
Sandra: no es que me esté quejando, pues he sentido varios orgasmos, pero no sé cómo explicarlo… todos como aislados y después de cada uno me ha costado mucho volver a sentir placer… no entiendo… es rico, pero no es todo lo rico que recuerdo era… y estoy chata de agua… me llevarían a la cama???
Yo: todos sus deseos son órdenes para mí… se hará como dices… vamos… Nacho, la secas por favor… y ustedes… ustedes solo tienen que saber que cambiaremos el escenario a petición de la dama cuya palabra, les recuerdo a todos, es ley…

Les recordaré que la señora a pesar de sus 44 años, lucía un cuerpo perfecto. De estrechos hombros, casi un 1.70 mts. Senos de talladas formas más bien pequeños, pronunciada cintura y prominentes caderas solo eran el acompañamiento de un delicado y bello rostro. Enmarcado en un liso, largo y rubio cabello que le caía hasta justo encima del codo. Al mirarla parecía una veinteañera.

Sandra se puso de pie sin dejar de mirarme con una brillante sonrisa. Levantó ambos brazos por sobre su cabeza para recibir los mimos de Nacho que con ternura secó todo su estilizado cuerpo. En cuanto terminó mi compa su faena, Sandra comenzó a caminar con paso lento hacia el improvisado lecho.

Sandra: -sin voltear la cabeza- Joaquín, cariño… me quiero orinar de placer…
Yo: no se diga más, Sandrita hermosa… póngase en cuatro como usted ya sabe… que putita más obediente… te gustó tragarte la verga de tu Lalo…
Sandra: mucho… -acostada mirando al cielo, apoyada en los codos, continuó,- Y Lalo cariño… eres el mejor hombre que una pudiera desear tener… gracias por el regalo… gracias,,, y te prometo que todo será diferente… te amo…
Eduardo: -sentado en las penumbras en una silla alrededor de las colchonetas- te amo, cosita mía… eres la mejor y siempre lo has sido… ahora solo disfrútalo… que yo sí lo estoy haciendo.

Durante el trayecto me decidí ir directo al grano por lo que en cuanto llegué a su lado, le metí los dedos corazón y anular de la derecha en el ano y de la izquierda en el coño. Nacho en tanto, se ubicó debajo de Sandra con el fin de chupar sus senos y frotarle el clítoris.

En cuanto tuvo sus dos orificios bien tapados, comencé desde el inicio con un rápido y algo brusco movimiento ascendente – descendente en su coño mientras mantenía los dedos del culo hasta el fondo, pero quietos.

Rápidamente, Sandra comenzó a eyacular profusamente. Una, dos, tres, cuatro, cinco veces seguidas, dejando el cobertor de las colchonetas completamente empapado. Gritaba como una loca repitiendo una y otra vez, -así era, así era…-

Paró de gritar cuando mi compa Nacho le llenó la boca de verga. Casi al unísono, extraje mis dedos de su culo intercambiándolos por mi erecta verga. Casi sin oposición llegué hasta que con mis bolas chocar en sus cachetes. Al toque nos coordinamos para darle durante los siguientes 30 minutos una brutal follada en todas las posiciones posibles tras la cual, todos quedamos abrazados por casi un minuto.

Yo: -mediando el polvo. Acostada sobre mí, dándome la espalda con mi verga incrustada en su culo y mi compa entre sus piernas penetrándole el coño, en susurros le pregunté,- de verdad te gustó chupársela a tu esposo???
Sandra: mucho...
Yo: y si te digo que lo único que desea en este momento es que lo hagas... lo harías?
Sandra: si...

De ahí en adelante entre los tres nos fuimos turnando el agujero que tapar, siendo cada orgasmo de Sandra, la señal para la rotación. Poco antes de acabar Sandra, sacándose mi verga de la boca, espetó, -Lalo... quiero que acabes en mi boca de nuevo-. De inmediato cambiamos, eyaculando finalmente en su delicioso culo.

La siguiente dupla tuvo la gentileza de no apurarnos, empero una vez nos retiramos, pusieron a Sandra a lo perrito y penetraron su culo y boca solo  para comenzar una frenética doble follada que puso en guardia al toque a su ya desatado clítoris.

Sandra: -sacando la polla de Gerardo de su boca, dijo,- ayyyy que rico como me follan… denme más duro… Ayyy… asiiiii… mmmmm
Matías: acá te vamos a dar toda la verga que quieras, putita rica… te follaremos por todos lados, toda la noche… qué te parece, putita…
Sandra: -nuevamente se sacó la verga para hablar- que rico… fóllenme… soy su putaaaa…

Casi como un acto reflejo, miré mi reloj. Eran las 11:40 de la noche y la primera collera ya estaba lista de nuevo para entrar en acción en cuanto fuese necesario. Decidí ir por más agua cuando sentí el teléfono sonar. Antes de levantarlo sabía quien era…

Yo: dime, Juan…
Juan: ya po… no seas fome… qué tengo que hacer para entrar…
Yo: el esposo pedía 200 mil, pero como ya la fiesta lleva su rato, quiere 100 mil… me los pasas a mí y sin ni una palabra porque no quiere que su esposa se entere, estás dentro…
Juan: los tengo… si la hubieras visto en la disco me entenderías…
Yo te entiendo… ven al tiro con las lukas… te espero a la salida del ascensor…
Juan: voy al tiro…

Efectivamente, un minuto después un ascensor subía raudo hacia la terraza. Al llegar, de inmediato me pasó el dinero. Le di ciertas instrucciones y lo hice pasar. Sandra descansaba estirada de estómago sola sobre el lecho.

Yo: Sandrita… este es Juan… Pelao… tú vas con Camilo y Agustín… juega…
Sandra: hola Juan... trae para acá esa verga que tienes...

Camilo, entonces, ordenó la fiesta, quedando él debajo de Sandra, mirando su espalda, ella con su verga ensartada en el ano. Agustín le penetró el coño y Juan la boca y de inmediato comenzaron coordinadamente con un veloz ritmo a follarle los tres agujeros a la caliente esposa de Eduardo.

Por las tres siguientes horas, Sandra se comiò de a tres vergas durante todo el rato sin parar. El polvo final lo recibió de Gerardo, Matías y de mí. La tratamos como a una puta de barrio por casi media hora donde lo menos que le dijimos fue perra, puta, zorra y escatolalias similares.

 Tal vez fueron los dos o tres últimos minutos donde Sandra comenzó a sentir un orgasmo continuo que la mantuvo en un verdadero shock de lujuria por todo ese tiempo, dejándola semi inconsciente en cuanto acabamos, dejándola desparramada sobre las colchonetas, totalmente usada y embriagada en lujuria y deseo.

Eduardo: Joaquín, me ayudas a llevarla a la habitación… parece que ha sido suficiente… al fin y al cabo lleva follando todo el día y solo ahora lo hizo por más de tres horas seguidas…

Entre varios la subimos a una camilla con ruedas  y cubrimos su cuerpo con una liviana sábana. Aturdida la llevamos hasta su cuarto. Despabiló en el momento en el que Nacho y yo la depositábamos sobre su cama.

Sandra: -al oído, haciéndose la dormida- no se vayan ustedes dos, por favor…
Eduardo: -como estaba cerca escuchó a su mujer- te prometo que no se irán, pero descansa un rato… te hará bien…
Sandra: no quiero descansar… me siento sucia… quiero ducharme… me llevan al baño, chicos???

El sol entraba por las ventanas desde hacía un buen rato ya cuando Sandra, exhausta después de follar con Nacho, su esposo y conmigo durante todo el resto de la noche, cayó en un pesado y profundo sueño. Eduardo dormía desde hacía una hora en el suelo, cubierto por una manta.

Yo: esta mujer es la más caliente que he conocido, amigo… de verdad es una traga sables profesional…
Nacho: si hermano… y si la despertamos…
Yo: déjala dormir… está nocaut… además si mis cálculos son correctos, les quedan 4 días de vacaciones en el hotel, por lo que te aseguro, la volveremos a ver…
Nacho: tienes razón…

No vimos a Sandra hasta el día siguiente. Nos llamó a su habitación para darnos las gracias y contarnos cómo se sentía ella y su esposo después de lo que habían vivido. Salimos algo decepcionados, pues ni un seno le vimos, pero fuimos recompensados la última noche de sus vacaciones … Historia que les contaré si así lo quieren… Hasta entonces.